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CUENTOS DE SUSPENSO PARA LOS QUE NO SE ASUSTAN FÁCILMENTE

NOCHE DE BRUJAS. Un cuento escrito por Clarina Aldea. Para mayores de 10 años. Prólogo: A Sharon Brent, Hallowen siempre le pareció aburrido. Al llegar la noche de brujas, ella se reía de la tradicional fiesta. Sharon tenía 17 años cuando sucedió… Capítulo 1: Esa noche era un 24 de octubre. La joven salió de la casa con su camisón blanco y descalza. Su cabello rojizo caía sobre su espalda como un manto. Sólo la respiración de la chica delataba que estaba viva. O tal vez no… Al llegar al viejo callejón sin salida, la muchacha abrió los ojos y vio a un hombre. Ella se acercó a él y lo llamó: -Venga señor, ayúdeme. -¿Estás perdida? -Sí, venga, por favor- suplicó El hombre se acercó. La chica dio tres pasos hacia él y le clavó los colmillos en el cuello. Capítulo 2: -Hola papá, hola Kim- saludó Sharon Brent. -Hola huequita, buenos días- le dijo Kim, su hermana de nueve años. -Kim, no insultes- le reprendió su padre- Tú, Sharon tengo algo que contarte, el padre de Lisa ha aparecido muerto, al parecer a dentelladas, como los demás. En el callejón frente a Emporium. -Ahora aprenderá lo que es perder parte de la familia- murmuró Sharon. Ella había perdido a su madre en un accidente, mientras iba a la escuela. Su madre la llevaba a Kim y a ella al colegio Emma Smith y chocaron. Sharon y su madre salieron disparadas por el parabrisas. Sharon se había salvado milagrosamente. De eso hacía 5 años. -Menos charla y más comida- Dijo Kim mientras todos se echaban a reír. Capítulo 3: -Hola, buenos días, ¿cómo le va a usted? No, no, no es muy humano aún- decía Sophie. Ella deseaba entrar en el mundo de los humanos de nuevo, quería tapar que era un fantasma. Pero lo que más quería era hablar con esa misteriosa chica de su edad, que había muerto con ella, al chocar hacía 5 años. Al final logró entrar donde quería. Capítulo 4: Una semana luego: La joven se levantó de la cama sin que la oyeran y fue hacia el callejón. De nuevo vio una víctima y, cuando se disponía a llamarla, oyó un grito: -¡¡¡Sharon!!! Capítulo 5: -¡¡¡Sharon!!!- La chica oyó ese grito en el callejón frente a Emporium. -Pero… ¿Qué ha pasado? Yo me acosté en mi cama ¿Seré sonámbula?- Pensó en voz alta la chica. -Escucha Sharon- le dijo Sophie- Te parecerá raro pero, no eres sonámbula. Sino Vampiresa. Tú has muerto conmigo en el choque, yo estuve destinada a ser fantasma y tú a ser vampiresa. Vine a buscarte para que las dos descansemos en paz y vayamos al cielo. -¿Y cómo lo hacemos? -Hay un ritual. Las chicas practicaron el ritual y fueron al cielo. Ya no habría horrendas muertes en Washington. Epílogo: Ya en el cielo, Sophie se puso a reflexionar y le dijo a Sharon: -Oye, ¿Tú no ibas con tu hermana Kim en el auto el día del choque? FIN 2010 Copyright Clarina Aldea Todos los derechos reservados. Imágen: Taringa-wallpapers góticos

"EL TRATO DE SIR STELL" Por Clarina Aldea (Para mayores de 10 años) Sir Stell es un hombre ya anciano. Debe serlo. Ya nadie lo ve por aquí desde entonces… Sir Stell vivía en un castillo de Londres. Siempre ayudaba a los más necesitados. Seguramente fue por eso que quedó tan pobre. Fue así como decidió hacer un pacto con el Diablo. Sabía que sólo Satanás podía ayudarlo. Por la noche fue hacia el bosque T… de Londres, donde vio a un caballero finamente vestido. -Buenas noches caballero – lo saludó Sir Stell. -Buenas noches, soy el señor Mankell. De noche es muy peligroso venir señor. -Yo venía a hacer un pacto con usted. Ya sé que usted es el Diablo, le respondió secamente. -Buena deducción Sir Stell. Ya sé a que viene. Tome este papel. Yo le serviré durante diez años. Si pierde el papel, todo acabará y tendrá que servirme usted a mí. -Está bien- aceptó Sir Stell, ingenuamente. Y así el Diablo se quedó en su casa. Pero el Diablo era muy mal sirviente. Sir Stell probó de romper el papel, pero extrañamente no se rompía. Decidió tirar el papel al río sin que Satanás lo viera, pero lo descubrió. -¿Dónde va mi amo? ¿Acaso usted va al río con mi papel? -No, voy a darme un baño y mientras, lo leo. -Está muy bien Sir Stell. Creí que lo iba a romper, jajaja. Y Sir Stell no pudo alejarlo de su vista. Puso el papel en un pantalón para que se lavara, pero su mucama lo vio y se lo dio, mientras que Satanás miraba la escena. -Mire usted señor, lo encontré en su pantalón, dijo Lucinda la mucama. -Gracias Lucinda, se lo agradezco mucho. Esa noche, dos figuras aparecían en el bosque T… una delgada y cabizbaja, y la otra corpulenta y temible: Sir Stell y el Diablo… Este cuento está inspirado en “El convenio de Sir Dominick” de Joseph Sheridan Le Fanu. FIN 2010 Copyright Clarina Aldea Todos los derechos reservados. Imágen: Taringa-wallpapers terror

"LA MISTERIOSA" Por Clarina Aldea(Para mayores de 10 años) Se cuenta, en una aldea de España, en tiempos no muy lejanos había una mujer. Sí, le decían la misteriosa. Aquella mujer, llamada Martina Pérez, era muy buena y normal, bueno al menos eso parecía… Hacía seis meses, o sea el día 06/06/06 había muerto una mujer de veinte años. Nadie sabía como había muerto, pero un viejo chamán aseguraba que se le había aparecido el diablo y la había matado. Bueno, resulta que Martina Pérez había llegado seis meses luego de la muerte de esta chica y tenía un extraño parecido con ella, pelo largo y lacio, de color negro y piel muy blanca y siempre con un vestido negro. Pero había algo distinto en Martina que la otra chica no tenía: Martina usaba siempre vestidos que le tapaban los pies. Nunca los mostraba y tenía una altura increíble. Tampoco nunca salía de su casa. De ahí su apodo “La Misteriosa”. Una noche Martina decidió ir a una fiesta, allí conoció a un chico, de quien se hizo gran amiga. Luego vio al chamán, al principio se alegró, pero luego observó que la miraba fijamente… Después de esa fiesta pasaron varios meses, para entonces Martina y el muchacho ya se habían puesto de novio y el chamán ya había descubierto el secreto de la chica. La gente del pueblo se había fijado en que ella era muy mala con todos, así que le fueron a preguntar al viejo chamán. Cuando se lo preguntaron, él se puso como loco. Les gritó a todos que se fueran y les cerró la puerta en la cara. La gente del pueblo se enojó y fue a decirle al viejo que no tenía por qué tratarlos así. Un hombre le dijo: - ¿Quién se cree usted para tratarnos mal? - Yo no me creo, respondió el viejo, es lo que soy ¡Soy el Diablo! Y Martina es mi discípula. Ahora ya saben todos mi secreto, así que váyanse, gritó el chamán. Desde entonces el pueblo nunca volvió a ser como antes… FIN 2010 Copyright Clarina Aldea Todos los derechos reservados. Imágen: Taringa-wallpapers terror